El "hipermedia", como espacio virtual, al ser utilizado como soporte para una obra de arte, se desarrolla una estructura diseñada bajo la importancia de ofrecer a los usuarios, una serie de disyuntivas y caminos frente a los cuales tendrá que tomar decisiones. Obviamente, las opciones y los diferentes niveles o grados progresivos de alternativas, habrán de programarse dentro de un entorno de control previsto por los creadores del sistema. Dentro de los detalles de una estructura hipermediática encontramos las bifurcaciones interconectadas, similares a los caminos ramificados del pensamiento humano o "senderos que se bifurcan", como habría dicho Borges. Se trata pues de entramados florecientes por los cuales es posible avanzar desde un principio único hasta un final múltiple.Si bien, estructuras con estas características son inherentes al hipermedia, vale señalar que este tipo de entramado no es del todo nuevo para el arte.
Siguiendo la línea de estructuras complejas existen muchas que se dan en un espacio bidimensional como el del grabado, consigue crear la ilusión de espacios que van más allá de la tridimensionalidad. Cabe resaltar que en esta modalidad artística, el espectador se convierte en usuario y el artista en un creador de grandes obras.
Obras abiertas, que en términos estrictos, deliberadamente no han sido acabadas. La principal diferencia del arte digital, con respecto a los géneros anteriores, es que ahora nos referiremos a obras artísticas consignadas a soportes digitales, sean físicos (CD, CD-ROM, DVD, etc.) o virtuales (Internet). Obras producidas con la potencialidad que les otorga la interactividad y la posibilidad de vincular diferentes medios y lenguajes audiovisuales.